2012/03/31

LUZ LONG. JESSE OWENS

Que un deportista ayude a su rival a ganar es muy infrecuente. 
Que lo haga ante los ojos y en contra de un régimen político convierte el hecho en hazaña.



Verano de 1936, Olimpiada de Berlín, en estas olimpiadas el régimen nazi trata de dar esplendor a su propio régimen, preparando concienzudamente a lo mas granado de su elite atlética nacional, tratando de conseguir el mayor numero posible de medallas a fin de demostrar la supremacía aria.

En este acontecimiento olímpico, surgiría una genuina amistad entre dos grandes atletas del momento, pertenecientes ambos a países ideológica y políticamente bastante dispares y que se enfrentarían a muerte en la segunda guerra mundial.

Alemania presentaba a un gran atleta, al menos a nivel europeo, para el salto de longitud, era el típico prototipo ario, alto, rubio de ojos azules, nacido en Leipzing de nombre Carl Ludwig, mas conocido como Luz Long, con veintidós años, era un individuo bastante afable y que tenia terminada la carrera de derecho, creo que bastante lejos de la ideología nazi.

En esta modalidad Estados Unidos presentaba a un negro de Alabama que tenia un gran currículum deportivo y que llegaría a ser el hombre insignia de estos juegos, al conseguir cuatro medallas de oro en las distintas modalidades en que participó, un tal Jesse Owen, con veintitrés años, un bastardo de Renania como llamaba Hitler a los negros, Jesse había conseguido ser universitario gracias a sus grandes marcas deportivas, pero cuando salía de clase tenia que arreglar zapatos para ganarse la vida, por esto, su entrenador le permitía ejercitarse antes de clase y no cuando normalmente se entrenaban los alumnos que era después de las clases, también le llevaba a casa para que almorzara algo.

Jesse y Luz se conocieron y entre ambos surgió una gran amistad a pesar de lo adverso del momento, Luz no tuvo reparos a la hora de demostrar su amistad, aunque no se si era consciente de los peligros de esta.

La gran anécdota de estos dos grandes personajes se da en la fase de clasificación para la final de salto de longitud, Jesse había participado en cien metros y había conseguido el oro, Luz había batido el record olímpico en su salto de clasificación, el americano llevaba dos saltos nulos, los jueces no estaban siendo muy imparciales que digamos, quizás siguiendo instrucciones, Jesse se ceñía demasiado a la tabla de batida, en esta situación Luz se fue hacia su amigo para darle las consignas pertinentes, dicen que el consejo fue de técnica aunque lo que realmente le dijo fue que no arriesgara tanto al efectuar la batida y que los jueces no pudieran tener dudas para descalificarle ante lo evidente, Jesse se va hacia la calle de aceleración y salta clasificándose para la final sobradamente.

Al día siguiente es la gran final, salta Luz y se va a los 7,87m., salta Jesse y se catapulta hasta los 8,06m, batiendo el record olímpico y colgándose la medalla de oro, el estadio queda estupefacto mas que por el salto, por la reacción de Luz, salta de alegría como si lo hubiera conseguido el, desafiando a todos los Hitler del estadio se va para su amigo para fundirse en un abrazo con el, Hitler se fue del estadio para no felicitar al americano en la entrega de medallas.

Este gesto no queda sin castigo, cuando explota la guerra Luz es movilizado excepcionalmente ya que todos los atletas alemanes de elite están exentos de ir a la guerra, pero el tiene pendiente ese gesto de amistad y provocación, fue herido en Sicilia y murió como consecuencia de las heridas, terminada la guerra Owens fue a Alemania para conocer la familia de este gran hombre y atleta, su amigo Long, en una entrevista dijo de el:
Se podrían fundir todas las medallas y copas que gané y no valdrían nada frente a la amistad de veinticuatro quilates que hice con Luz Long en aquel momento. 



http://jralamo.blogspot.com.es/2008/01/luz-long-y-jesse-owens.html


U...

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